UBICACION
San José de Apartadò es el corregimiento
más grande del municipio de Apartadò en el
departamento de Antioquia, al noroccidente de Colombia.
Reúne en su jurisdicción a 32 veredas.
Su ubicación como puerta de acceso a la Serranía
del Abibé, hace de este corregimiento un punto
estratégico para los actores que protagonizan el conflicto
armado en la región, ya que esta serranía permite
el paso hacia los departamentos de Córdoba, Chocó y
Antioquia. Desde el punto de vista económico la zona
despierta gran interés por la excelente calidad de sus
tierras y por la existencia de ricas minas de
carbón.
GENERALIDADES
HISTORICAS DE LA COMUNIDAD DE PAZ
Después de que en el segundo semestre de 1996 y el primer
semestre de 1997, fuerzas paramilitares realizaran dos masacres
en la jurisdicción de San José de Apartadò,
se intensificó el desplazamiento no voluntario de familias
hacia otros territorios. Ante esta situación y conociendo
la gravedad del problema de desplazamiento forzado a nivel
nacional, el obispo de la Diócesis de Apartadò
monseñor Isaías Duarte Cansino (asesinado algunos
meses atrás en la ciudad de Cali), propuso la
creación de espacios neutrales donde se garantizara el
respeto a la vida e integridad de la población civil. De
esta manera, la Diócesis e instituciones como Justicia y
Paz (de la Conferencia de Religiosos de Colombia) y el Centro de
Investigación y Educación Popular (CINEP), proponen
a las comunidades intentar sacar la guerra de su
jurisdicción configurándose como zona neutral, para
lo cual se realizaron con sus líderes numerosos encuentros
formativos que pretendían la reflexión colectiva de
las implicaciones de esta propuesta. Finalmente diversas
comunidades integrantes del corregimiento de San José de
Apartadó optaron por constituirse como comunidad de paz,
ya que la figura de las zonas neutrales estaba, a criterio de los
campesinos, manipulada por el gobierno departamental para
favorecer la estrategia contrainsurgente llevada a cabo por las
fuerzas militares y paramilitares.
San José de Apartadò
se declaró comunidad de paz el 23 de marzo de 1997.
Aproximadamente 500 campesinos, pertenecientes a 17 veredas,
decidieron organizarse para sacar la guerra de su territorio,
para no colaborar con ningún actor armado, para llevar
adelante un proceso de neutralidad respecto del conflicto (en un
país donde la neutralidad viene severamente castigada por
parte de todos los actores armados) pero no de frente a la vida.
Cinco días después de la declaratoria como
comunidad de paz (el 28 de marzo), la zona fue sometida a
intensos bombardeos aéreos, fuerzas militares y
paramilitares ingresaron a diferentes veredas, y tras algunos
combates con la guerrilla de las FARC, asesinaron a varios
campesinos y ordenaron a los demás abandonar sus predios
en plazos que oscilaban entre dos y cinco días.
Este nuevo desplazamiento forzado fue de algún modo
conjurado por la Comisión Intercongregacional de Justicia
y Paz, que propuso a las familias habitar en el caserío de
San José de Apartadó ofreciéndoles
acompañamiento permanente. Desde este momento, la
comunidad ha llevado a cabo procesos formativos y de
organización que le han permitido interlocutar con el alto
gobierno y con instituciones nacionales e internacionales,
gracias a lo cual se ha posibilitado el retorno de un buen
número de familias a las veredas La Unión y Arenas
Altas.
Así entonces, con la estrategia de vivir en
caseríos y trabajar en grupo (como medida de seguridad),
los campesinos reconquistan poco a poco el territorio perdido y
esperan mejores condiciones para el regreso de las familias a sus
respectivas fincas.
El proceso de organización y afianzamiento de la
comunidad de paz, ha implicado un alto costo en vidas humanas. 86
personas pertenecientes a la comunidad de paz y aproximadamente
20 personas cercanas a esta y residentes en el territorio, han
sido asesinadas por formaciones guerrilleras, militares y de
manera especial por formaciones paramilitares.
Precisamente, la decisión hasta ahora inquebrantable de
continuar el proceso de resistencia no violenta a pesar de los
permanentes ataques y amenazas, hizo a la comunidad de paz de San
José de Apartadó, merecedora del premio Pfeffer de
la paz, otorgado por la revista Fellowship of
Reconcillatión de los Estados Unidos.
ORGANIZACION
Básicamente existen tres instancias que conforman su
estructura organizativa:
- Consejo interno: es la máxima autoridad de la
comunidad, su misión fundamental es orientar la
supervivencia y desarrollo integral de la comunidad de paz
(respetando y haciendo respetar sus estatutos y principios), y
representar a la comunidad en su relación con el Estado e
instituciones nacionales e internacionales.
El consejo interno es elegido democráticamente por las
personas mayores de 12 años, pues es desde esta edad en
que todos los hombre y mujeres pueden decidir libremente hacer
parte o no de la comunidad de paz (en el consejo solo pueden ser
elegidas personas mayores de edad), reúne en él a
representantes de los tres asentamientos que conforman esta
experiencia de resistencia civil.
- Comités: en su interacción con el consejo
interno, los comités proponen y ejecutan, de acuerdo a sus
áreas específicas de trabajo, tareas necesarias
para el sostenimiento y progreso de la comunidad de paz.
Por diversas circunstancias asociadas básicamente a las
complicaciones de la guerra, algunos comités no han podido
continuar su misión como sería deseable,
presentándose cierta diferenciación en los niveles
de actividad de los mismos.
Actualmente los comités
existentes son:
- Formación: Está conformado por cuatro mujeres
que realizan con los integrantes de la comunidad talleres y
encuentros de formación en temas que refuercen la
interiorización del proceso de resistencia no violenta.
Dado el alto porcentaje de analfabetismo, utilizan
preferencialmente técnicas pedagógicas que
favorezcan la expresión no escrita: dibujos, canciones,
poesía.
- Comunicación: Ha sido el responsable del
establecimiento de la emisora radial de que dispone la comunidad,
para lo cual cuentan con personal preparado y el diseño de
los programas que desean realizar. Desafortunadamente, ha
resultado imposible hasta el momento, obtener del ministerio de
comunicaciones la licencia de funcionamiento para esta propuesta
de radio comunitaria. De igual manera el comité de
comunicación ha coordinado la realización de las
diversas publicaciones escritas de la comunidad, y ha
proporcionado las fotografías y gráficas que
aparecen en las mismas.
- Deportes: Coordina la realización de encuentros
deportivos (especialmente futbol) en los que participan los
asentamientos de la comunidad de paz y veredas vecinas.
- Económico: Es posiblemente el más activo de los
comités. Coordina la compra y posterior
comercialización del cacao y del banano primitivo (baby)
como productos principales para el soporte económico de la
comunidad. Este comité ha liderado un interesante proceso
de formación y capacitación para la
obtención de productos de calidad exportación en el
caso del banano baby.
- Grupos de trabajo: Existen numerosos grupos de trabajo
integrados solo por hombres, solo por mujeres o mixtos. Estos
grupos de trabajo están encargados no solo de potenciar la
producción privada (cacao y banano fundamentalmente), sino
también de cultivar productos para la auto subsistencia
que garanticen una cierta seguridad alimentaría de la
comunidad.
PROBLEMÁTICA
La ausencia de Estado se refleja en la mala condición de
la carretera que une a San José con la cabecera municipal
de Apartadó, en la precariedad de las instalaciones
físicas de la escuela de San José, y especialmente
en las difíciles condiciones de salud para la
población, muestra de ello es la epidemia de malaria que
afecta a la comunidad, del total de pruebas hechas, más
del 80% han sido positivas.
Pero definitivamente el principal problema que aqueja a la
comunidad de paz, es el de la amenaza y persecución por
parte de los diferentes grupos armados, especialmente de los
paramilitares. Hasta el momento han sido 50 las personas
asesinadas en los frecuentes retenes realizados por paramilitares
en la carretera que de San José conduce a la cabecera
municipal. Los demás mártires del proceso, han
perdido su vida dentro de los caseríos, en sus lugares de
trabajo, o en el casco urbano de Apartadó. La comunidad ha
instalado un sistema de alertas tempranas que implica turnos de
guardia nocturnos, realizados por todas las personas mayores de
16 años.
Igualmente la comunidad de paz ha sido víctima de malos
tratos y robos, aparte de hurtos de animales y enseres,
perpetrados en incursiones de los grupos armados, han perdido
mercancía (banano, cacao, artículos para la tienda
comunitaria), dinero, insumos y alimentos, cuando su
camión era interceptado en la misma vía que
comunica a San José con Apartadó.
Una gran dificultad es la falta de alternativas para la
comercialización del banano primitivo (principal producto
en la economía de la comunidad), ya que dependen de una
sola empresa compradora, la cual además, les recibe solo
una parte del total producido.
Actualmente existe preocupación por las posturas del
nuevo gobierno, favorables a la ocupación militar de las
comunidades de paz, lo cual atenta contra la esencia misma de
estas formas de resistencia a la guerra, pues la sola presencia
de uno de los actores armados, servirá de
justificación al actor armado opositor para arremeter
contra la población civil.
Estas preocupaciones se han hecho realidad con la reciente
ocupación militar de la vereda La Unión y el paso
repetido de militares por el caserío de San José
(al parecer acompañados de civiles armados), antecedido
esto de una incursión paramilitar a la mencionada vereda
el pasado 20 de octubre, que obligó al desplazamiento de
las 58 familias habitantes.
ECONOMIA
En lo económico se pueden visualizar básicamente
dos estrategias:
- Seguridad alimentária: Aparece como una de las mayores
prioridades de la comunidad, ya que la fuerte restricción
en el paso de alimentos ha evidenciado la vulnerabilidad del
proceso de resistencia en cuanto a la dependencia
alimentária se refiere. En una zona de guerra como esta,
no se pueden tener certezas sobre la normalidad de la oferta y la
circulación de productos de primera necesidad. La
comunidad trabaja colectivamente en la producción de
arroz, maíz y caña de azúcar, como productos
esenciales para la auto subsistencia. Tienen también una
pequeña tienda comunitaria, venida a menos por los fuertes
controles al paso de alimentos, insumos y medicinales, por parte
de formaciones militares y paramilitares, y por los robos de que
han sido víctimas.
- Producción para la comercialización: El
comité económico compra todo el cacao producido en
la zona, tanto a campesinos vinculados a la comunidad de paz,
como a aquellos que no hacen parte de este proceso pero que viven
en veredas vecinas. Renunciando a mayores márgenes de
ganancia y ofreciendo el precio de compra más alto han
logrado eliminar intermediarios, anteponiendo de esta manera el
beneficio de los productores a los mejores ingresos de la
organización. De igual modo, han logrado el contacto con
la compañía nacional de chocolates en
Medellín, a quien venden directamente todo el cacao
comprado a los campesinos, superando también en este nivel
la intervención de intermediarios. En el caso del banano
primitivo, solo se compra a los integrantes de la comunidad de
paz exclusivamente, ya que la empresa con quien comercializan
este producto, les recibe apenas el 60% del banano producido. El
comité económico es muy exigente con la calidad del
banano que compra, pues debe ajustarse a las condiciones del
mercado internacional. Buscando alternativas de
comercialización y deseando la obtención del valor
agregado en algunos productos, han iniciado la
transformación de frutales (especialmente del banano
primitivo que es la fruta más abundante) en mermeladas,
para lo cual a pesar de contar con la infraestructura necesaria,
se tienen también serios problemas de
comercialización. Dada la persistencia de los robos de que
eran víctimas en la carretera, la comunidad de paz
decidió vender su camión y ahora contrata el
transporte de sus productos con una empresa de la región
que garantiza la aseguración de la
mercancía.
ACOMPAÑAMIENTO
Como se mencionaba anteriormente, la comunidad ha sido
acompañada desde el inicio del proceso por la
Diócesis de Apartadó, el CINEP y Justicia y Paz.
Precisamente es esta última quien desde los cinco
años transcurridos a partir de la declaratoria como
comunidad de paz, ha prestado el acompañamiento permanente
en campo (caserío de San José de Apartadò) y
la asesoría jurídica.
Por múltiples amenazas contra la vida de los
representantes de Justicia y Paz, se acudió a la
protección de Brigadas Internacionales de Paz (PBI),
quienes enviaron voluntarios para acompañar a estos
defensores de Derechos Humanos. Recientemente, Justicia y Paz dio
por terminado su acompañamiento, asumiendo la
asesoría jurídica de la comunidad de paz, la
Corporación jurídica Libertad que la
representará además ante la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos.
En la actualidad cuentan con el acompañamiento de una
comunidad de religiosas misioneras y de PBI (Peace Brigate
International) en el caserío de San José,
también con el acompañamiento de FOR (Fellowship of
reconciliation) en la vereda La Unión. En la vereda Arenas
Altas, que es el asentamiento más pequeño, no hay
acompañamiento permanente.
Por la originalidad y tenacidad demostrada por esta comunidad
para resistir a la barbarie, diversas organizaciones
internacionales se han vinculado con apoyos puntuales en
diferentes momentos del proceso.
Desde Italia varias instancias han procurado la
realización de actividades concretas de soporte a la
comunidad de paz de San José de Apartadó. Como
fruto del Foro Internacional Colombia Vive (realizado en Treviso
en Octubre del 2001), el municipio de Narni ha iniciado un
proceso de hermanamiento con esta comunidad, que hasta ahora ha
consistido básicamente en presiones sobre las autoridades
colombianas para que se respeten los derechos fundamentales de
sus integrantes y su proceso de neutralidad frente a la guerra.
el municipio de Narni ha invitado la Comunidad para participar en
la 4 ^ Asamblea de la ONU de los Pueblos y a la Marcha de la Paz
Perugia - Asís.
Estas visitas han representado una oportunidad de encuentro con
el Consejo Provincial de Terni y empezar con estas instituciones
locales proyectos de desarrollo económico.
La Fundación Italiana Charlemagne, ha respaldado este
ejemplo de resistencia civil, financiando un proyecto formulado
por la comunidad de paz, para el fortalecimiento de tres hogares
infantiles y la construcción de tres parques infantiles,
en cada uno de los tres asentamientos que conforman esta
experiencia de resistencia. Además hizo un aporte
económico para ayuda humanitaria.
A las actividades de solidaridad con San José de
Apartadó participan entre otros algunos grupos de la
sección italiana de Amnistía y el Grupo Colombia de
la Fundación Internacional Lelio Basso.
ALGUNOS
LOGROS
- Han elevado su nivel de interlocución con el Estado y
con instituciones nacionales e internacionales;
- Cuentan con una importante infraestructura física que
facilita los encuentros de formación. Además poseen
un teléfono satelital y la instalación completa de
una emisora radial de la cual no han obtenido aún licencia
de funcionamiento;
- Desarrollan líneas económicas que les han
permitido mantener su proceso a pesar de los robos y
amenazas;
- Recuperación y fortalecimiento de formas comunitarias
de trabajo y convivencia;
- No obstante las agresiones de que siguen siendo
víctimas, mantienen su fidelidad a principios de
neutralidad frente a la guerra;
- Decidieron la no venta y consumo de alcohol en la
comunidad;
- Han desarrollado formas democráticas de
organización y relacionamiento;
- Dentro de la estrategia económica inician etapa de
transformación de alimentos; - Resistencia al
desplazamiento forzado y retorno a dos veredas;
- Denuncia pública de injusticias y violaciones cometidas
por los actores armados;
- Mantienen viva la memoria del proceso y de sus
mártires, a través de publicaciones, monumentos,
etc.;
- Capacidad de gestión y ejecución de
proyectos;
- Se verifican mayores niveles de autonomía
comunitaria;
- Avances importantes en equidad de género;
- Visibilidad como población civil no armada, en un
país donde solo se considera la voz de los actores del
conflicto.
CONSIDERACIONES
FINALES
El conflicto colombiano está radicalmente determinado por
fuertes condicionantes externos que deben tenerse en cuenta a la
hora de buscar su solución política
negociada.
El actual momento de guerra en Colombia, se caracteriza entre
otras cosas, por la intención de los grupos armados de
controlar territorios estratégicos para sus intereses
bélicos y económicos (propios o de los grupos que
"representan"), la idea imperante de control territorial incluye
el control del tejido social, ante lo cual los habitantes de una
zona en disputa o controlada predominantemente por un determinado
actor armado pueden optar entre irse a otras regiones (o
países), morir o resignarse a vivir bajo las reglas del
para estado de turno (frecuentemente la decisión por parte
de las formaciones bélicas, de despoblar grandes
áreas, no admite ninguna posibilidad distinta a la de
desplazarse o morir).
Frente a la cada vez mayor utilización del terror como
estrategia encaminada a paralizar la reacción de la
población civil para facilitar el reacomodo del tejido
social según los intereses estratégicos del actor
armado predominante, las organizaciones sociales (especialmente
aquellas ubicadas en áreas de conflicto), no cuentan con
mucho margen de acción, debiendo acomodarse a las
condiciones existentes.
Teniendo en cuenta la degradación y ferocidad del
conflicto colombiano, la sola existencia de la comunidad de paz
de San José de Apartadó (y de experiencias
similares en el país), es ya un suceso, constituye la
demostración de que, es posible resistir colectivamente a
la guerra y a la barbarie.
A pesar de las adversidades, esta experiencia de resistencia
civil no violenta, ha ido mucho más allá de la mera
neutralidad frente a los actores armados. Los 1.300 campesinos y
campesinas que la conforman, construyen valientemente una
propuesta de vida alternativa al modelo predominante de
"desarrollo" impuesto por occidente, como lo corroboran por
ejemplo los procesos económicos de tipo comunitario y las
relaciones democráticas de "autogobierno" (dentro de la
comunidad no hay ninguna autoridad estatal que regule las
relaciones interpersonales).
Sin duda, todavía hay muchas cosas por "afinar" en la
construcción de propuestas alternativas de vida, pero el
camino hecho por la comunidad de paz es ya fuente de valiosas y
meritorias enseñanzas.
La lucha liderada por la comunidad de paz, es en su nivel, la
lucha que diversos sectores sociales en todo el mundo, libran
contra el neoliberalismo salvaje. Estos campesinos, al igual que
miles de indígenas negros y demás grupos
minoritarios en Colombia y otros países, resisten con
coraje algunas de las manifestaciones más crueles de la
globalización neoliberal, llevando a cabo procesos de
resistencia no violenta orientados no solo por la conciencia de
su inexistente capacidad bélica, sino por la
sabiduría de enfrentar a la lógica de la guerra
propia de los poderosos, lógicas de no violencia activa
que por lo menos no permitan a los potentes justificar la
barbarie de la que son sujetos.
La continuación de los procesos implicados en el proceso
de resistencia civil no violenta de la comunidad de paz de San
José de Apartadó, depende en gran medida de la
vinculación activa de amplios sectores de la
opinión pública y de la acción de diversas
organizaciones nacionales e internacionales.
Precisamente la ONG estadounidense FOR (Fellowship of
Reconciliation) plantea su disponibilidad para acoger voluntarios
de otros países que quieran realizar una experiencia de
acompañamiento en campo en esta comunidad de paz. Las
personas interesadas pueden contactarnos al correo
electrónico Jacinto_1@hotmail.com.
Michele Ciricillo, Ruben Dario Pardo.