Este pueblo ha salido con las manos vacías, dejando el ganado, los enseres, la casa y los seres queridos. He aqui el pueblo exiliado por el odio, por el invasor. El pueblo ha bendecido con la sangre y las lágrimas la lucha, la resistencia. Unido, alejado de la propia tierra, ha escogido las montañas. Desnudo,hambriento, ignorando todo bienestar grita la libertad, la independiencia, sacrificando a sus mejores hijos. No le intersa nada más. No está cansado de vivir. Teme la vergüenza, la esclavitud de las generaciones futuras ...
No había conseguido olvidar la mirada triste y
ceñuda del hombre que tenía sentado enfrente,
sentados los dos sobre alfombras, en la tienda ajada en el
desierto de la Hamada, en el Aaiún, en la daira de Dora.
Él, vestido con su sufi de color gris, con la cabeza
envuelta en el turbante negro, con los pies descalzos, y yo, con
mis vaqueros, mi camisa a cuadros y el chaleco tipo safari: dos
hombres provenientes de dos mundos diversos, con historias
diversas, pero que, de todas maneras, vivían en este
tiempo, en el lindar del tercer milenio.
Mohamed Chej Beidella, era el nombre del poeta, del contador de
historias de la tragedia de los saharauis. Era diciembre de 1996
y, mientras recitaba susu versos de memoria: "Este pueblo ha
salido con las manos vacías...", me miraba fijamente y,
aunque yo no comprendía el significado de sus palabras
pronunciadas en árabe, en hassaniya, me sentía
preso de un escalofrío a lo largo de la espalda.
Comprendí entonces que podía salir del
círculo vicioso al que nos empuja la sociedad de consumo
que nos hemos construído, convirtiéndonos en
insatisfechos permanentemente con su imposición de
continuas solicitudes. Tantos deseos para satisfacer, tantas
futilidades que hacen desaparecer el verdadero significado del
vivir común.
En el extremo Suroeste de Argelia
unos 200.000 refugiados luchan para sobrevivir en la parte
más inhóspital del gran desierto del Sáhara:
"la Hamada."
A causa de la larga ausencia de los hombres, enrolados en la
sangrienta lucha de liberación, que dura ya más de
veinticinco años, el papel de la mujer ha crecido, no
sólo respecto a la maternidad, sino también
respecto a la función de única educadora de los
hijos. Muchas de ellas están comprometidas activamente en
la administración de los campamentos.
Una de ellas es Suad Lagdaf. Yo la había conocido en
Messina el año anterior, durante una de las iniciativas
socioculturales en favor de los saharauis. Me impresionó
el modo de hablar de su pueblo, el ímpetu en la manera de
contarme la historia. El calor, la rabia, que sabía dar a
sus palabras me habían transportado a su mundo. Fue
entonces cuando me decidí a dedicar otro libro a este
pueblo.
Mi relato empieza justamente aquí, con la historia de Suad
Lagdaf, con las palabras inflamadas por la rabia y con el calor
de una mujer saharaui.
Historia de Suad Lagdaf; desde el desierto de Tindouf - Smara
Barrio 3
Recordar para no morir olvidados ...
"He oído hablar de gente que tiene recuerdos remotos,
lejanísimos, perdidos en sus primeros días de vida.
En mis ojos de niña parece que no se ha quedado nada o,
tal vez demasiado, en un solo día que no deja espacio para
otras cosas.
De mi tierra, ahora censurada por un muro de arena, piedras,
minas y lambradas, guardo algunos resplandores, alguno flash
destrozados. Una casa pintada de verde, la puerta de hierro que
rozaba el pavimento y la gente, tanta gente en aquella casa de El
Aaiún (la capital). Con los animales que nos regaló
el tío, los trajo de la montaña para Suad: una
gacela, un simio y un gato. Después los cuentos de la
abuela, las salidas para el pic-nic de primavera que vaciaban
todas las ciudades, de Dajla, que mira al mar, a Bu Craa, con sus
yacimientos de fosfatos y Smara, la ciudad antigua.
Pero después, la guerra, la confusión, los llantos,
por algo que no comprendía, llegan los marroquíes,
yo no entiendo nada. Tenía cinco años el día
que comenzó el exilio de mi pueblo con un título
bien bonito: "Marcha verde". La población se
sublevó contra el agresor. Una lucha desigual. Los
responsables que guiaban el Frente Polisario decidieron entonces
conducir a la población civil fuera del territorio del
antiguo Sáhara español, el único modo para
continuar existiendo. Las ciudades esediadas se convirtieron en
grandes campos de concentración . El éxodo fue muy
duro (sobre todo para las mujeres, los niós y los
ancianos), la gente para escapar usaba cualquier vehículo:
camión, caballos o sólo la fuerza de las proprias
piernas. "Aquellos días han llenado toda mi meoria de
niña, le han dado el color, el rumor, el sabor de la arena
que abrasa la garganta, el miedo de las cosas que escapan y no
quieren volver, tal vez con tantas imágenes,
inolvidables".
Recuerdo a los militares del
Polisario que nos ayudaban a subir al camión:
"¡rápido! ¡rápido!" decían. Yo
no comprendía el porque de tanta prisa,
"¡rápido! ¡rápido!" Algunos
habían sido capaces de traerse algunas perntenencias con
ellos, otros nada. En el camión yo estaba entre los brazos
de mi abuela. Mi madre estaba con otra gente en otro
camión. No recuerdo si me dormí, o si sólo
tuve miedo, o las dos cosas a la vez. Estaba abrazada a mi
abuela, esto era lo único que importaba. Estruendo de
motores, cosas amontonadas, sobresaltos continuados, lo mismo
sucedía también a nuestros huesos y a nuestros
estómagos, pero nadie hablaba. No sé cuántos
éramos ni cuántos días pasaron, recuerdo
sólo que, en un momento dado, mi abuela me gritó
que bajase del camión.
Era por la mañana temprano y todos buscaban
rápidamente refugio entre los hierbajos. Estaban llegando
aviones enemigos que trataban le interrumpir nuestro viaje
bombardeando con napalm las columnas de camiones. Tuve mucho
miedo y desde entonces no he podido quitarme de encima este
miedo.
Desde nuestro encondite veíamos como los aviones nos
buscaban bombardeando cada vez más cerca de nosotros.
"Veíamos como explotaba y se quemaba la gente y la
tierra". La confusión era inmensa, la gente gritaba y los
otros niños lloraban; después oí como nos
llamaban, era la voz de un soldado que nos decía:
"¡Continuad en el suelo, son aviones marroquíes!
Bombardean con fósforo y napalm, nos quieren matar".
Grité muy fuerte. Pero no era la única, tantos
otros niños chillaron conmigo. Pero la voz más
fuerte era la del napalm y la del fósforo. Los cuerpos
destrozados saltaban por doquier. Tuve miedo, un miedo claro que
se leía en mis ojos, como en tantos ojos vecinos a
mí, que pedía auxilio a Dios. El ataque duró
un buen rato, apenas acabó toda la gente comenzó a
moverse en búsqueda de los familiares y de los amigos. Con
la abuela, yo buscaba a mi madre por todas partes. Pero
encontrábamos por doquier únicamente cuerpos sin
vida, y mi pánico aumentaba. No comprendía nada de
aquello que sucedía, sólo tenía mucho
miedo.
El recuerdo de aquel día ha llenado mis
ojos de niña, se ha quedado como una pesadilla recurrente
que por las noches me hiere todavía. Finalmente nos
dijeron que habíamos llegado. Pero ?dónde? Aquella
primera noche se grabó en mi memoria. Habíamos
llegado a una tierra desnuda, sin casas, sin tiendas, nada.
Sólo frío y viento. Una tierra sin nada, pero
también sin aviones y sin bombas y sin cuerpos muertos.
Con el istinto de Niña pensé que los aviones
volverían pronto, por eso no se me ocurrió ponerme
a jugar y me quedé en el regazo de mi abuela.
Estábamos en el "Campo de Refugiados" saharaui en el
desierto argelino, cerca de Tindouf. Mi madre, junto con otra
gente, estaba organizando los preparativos para comenzar a
levantar las tiendas y la distribución de la comida
traída del Sáhara occidental y la que nos
proporcionaban los argelinos. Pienso que sólo entonces
tuve el coraje de decir: "tengo hambre". No recuerdo todo lo que
sucedió durante los días que siguieron a nuestra
llegada, pero recuerdo que de la nada aparecieron las tiendas
...
El relato de Suad, que seguía resonando en mis
oídos, fue lo que me empujó a acercarme a donde
ella hab vivido, a aquella parte del mundo, a los campamentos de
refugiados saharauis, al campamento de Smara. Así pues, ya
había llegado a la tienda de su madre, Hebba, una de las
mujeres líder del puebli Saharaui. Había vivido
todos los momentos trascendentales de la tragedia de su pueblo,
desde los promeros movimientos por la liberación del
colonialismo español a la invasión del
ejército marroquí, la huida hacia el territorio
argelino, la organización de los campamentos, su
partecipación activa como mujer-militar. Ahora estaba
aqui, en su tienda de Smara, Tifariti Barrio 3, junto con su
marido. A las cuatro de la madrugada nos estaban preparando dos
colchonetas por tierra, para que durmiésemos. Cuando nos
dio las buenas noches, pensé que hasta el día
siguiente no hablaríamos de Suad, que se había
quedado en Italia.
Sin embargo, a pesar de todo, flotaba siempre aquel pellizco de "ira de arena" en la oscura tienda iluminada por el inmenso cielo estrellado, la idea de que a pocos centenares de kilómetros, en dirección del océano Atlántico, existen las que, tiempo atrás, eran las verdaderas ciudades de los saharauis, que aqui han sido reinventadas para no sentirse olvidados , para no morir sin tierra, como para poder decir: "Yo he nacido en El Aaiún" y no en medio del desierto anónimo, con la esperanza de poder seguir diciendo un día, ya de vuelta a la verdadera: "Yo he nacido en El Aaiún". La verdadera; la que se encuentra a la orilla del Océano Atlántico.
Pequeña cronología
histórica:
SIGLO XV, Portugal y otros países se interesan por
la region: commercio del oro, perlas de ostras y goma
arábica.
- 1884/85, COLONIZACIÓN ESPAÑOL. Las
potencias europeas convocan la Conferencia de Berlín para
repartir África. El Sáhara Occidental fue destinado
a la "protección de España".
- Noviembre 1884: el ejército español,
conducido por el capitán Emilio Bonelli Hernando, ocupa
Dajla (Villa Cisneros) y se instala un centro de actividad
comercial.
- 27 de noviembre de 1912: la convención de
España-Francia delimita las fronteras del Sáhara
Occidental.
- 1923 - 1934: primi conflictos sangrientos en el
territorio llamado "África Occidental Francesa" entre el
ejército francés y la resistencia de algunos
nómades saharauis.
- 1934: "Pacificación" final en el interior del
Sáhara Occidental. España toma posesión de
la parte septentrional del territorio. La resistencia de los
saharauis es sofocada.
- 1949-1959: descubrimiento en el territorio de Bu Craa de
los depósitos de fosfatos más grandes del mundo.
Las reservas de esta zona han sido evaluadas en más de 10
millones de toneladas, con una pureza del 70 al 80%.
- 1956-1958: tumultos y batallas sangrientas entre las
tropas españolas y la reconstruida resistencia
saharaui.
- 10 de febrero de 1958: el tratado militar, firmado entre
España y Francia, con la aprobación del
régimen marroquí, aprueba una resolución
para destruir al ejército de liberación
saharaui.
- 14 de diciembre de 1960: las Naciones Unidas adoptan la
resolución 1514 (XV) con una declaración que
proclama el derecho a la independencia para la gente de los
países colonizados.
- 1961: el Sáhara Occidental es declarado: "una
provincia española".
- 1963: il Sáhara Occidental es includo por las
NN.UU. en la lista de los países que deben ser
descolonizados.
- Diciembre de 1965: la Asamblea General de las NN.UU.
reafirma la indipendencia de los saharauis instando a
España a dar fin a la ocupación colonial.
- 1966: la ONU ratifica el acta de
autodeterminación del pueblo saharaui.
- 1968: recomposición del movimiento di resistencia
sahraui con la formación del Movimiento de
Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro, bajo la
dirección de Sidi Brahim Bassiri.
- 17 de junio de 1970: el movimiento de Bassiri organiza
una gran manifestación pacífica en Zemla (El
Aaiún), reclamando la independencia. Se concluye con la
mattanza de civiles y la detención de centenares de
ciudadanos saharauis.
- 10 de mayo de 1973: se celebra el congreso de
fundación del Polisario.
- 1974: España efectúa el último
censo de la poplación saharaui para preparar el
reréndum que la ONU había reclamado desde los
años 60. El censo registra 74.902 personas.
- 20 de agosto de 1974: España anuncia su
disposición a efectuar un referéndum de
autodeterminación del pueblo saharaui.
- En los primeros mese de 1975: el rey de Marruecos
manifiesta claramente su oposición a la independencia del
Sáhara occidental.
- 1974-1975: el ejército de liberación del
pueblo saharaui intensifica los ataques contra las tropas
españolas.
- 12 de mayo de 1975: una misión de las Naciones
Unidas visita los territorios del Sáhara Occidental,
confirmando la autodeterminación del pueblo saharaui y
reconociendo el Frente Polisario.
- 23 de mayo de 1975: el representante español de
Asuntos exteriores declara: "El Frente de liberación del
Polisario es una realidad que España debe
considerar".
- 14 de octubre de 1975: las NN.UU. sugieren un
referéndum para la autodeterminación con
garantías. La Corte de Justicia internacional da a conocer
un dictamen consultivo sobre el Sáhara Occidental,
rechazando las pretensiones de Marruecos y de Mauritania sobre el
Sáhara Occidental. La Corte concluye que la gente saharaui
debe determinar su proprio futuro.
- 31 de octubre de 1975: inicio de la invasión
marroquí de la zona oriental del Sáhara. El
ejército saharaui se enfrenta con 25.000 soldados
marroquíes. España se retira de El Aaiún,
Smara y Dajla.
- 6 de octubre de 1975: el rey de Marruecos da el
beneplácito a la "Marcha Verde". 350.000 marroquíes
avanzan hacia el Sáhara Occidental con el objetivo de
conquistar el territorio.
- 2 de noviembre de 1975: Madrid reafirma el relativo
apoyo a la autodetrminación de la gente saharaui.
Al final de 1975 el POLISARIO estaba a punto de conseguir la
independencia de España. Entonces, mediante tratados
secretos, España firma un acuerdo clandestino con
Marruecos y con Mauritania. Los tres países deciden
repartir el territorio del Sáhara Occidental entre
Marruecos y Mauritania, en vez de conceder la independencia a los
saharauis, como les había prometido. Esta anexión
ilegal del Sáhara tenía lugar el 1975, época
en la cual inicia la guerra contra Marruecos y Mauritania.
Decenas de miles de saharauis abandonaron sus residencias del
Sáhara, mientras Marruecos bombardeaba con napalm, made in
USA, sobre la población civil.
En 1979, Mauritania, no pudiendo sostener militarmente,
políticamente ni económicamente la lucha contra las
tropas del POLISARIO, firma un acuerdo de paz, reconociendo la
soberanía de la nación occidental en el exilio, la
República Árabe Saharaui Democrática /RASD),
proclamada en 1976. Por otra parte, Marruecos rechaza el acuerdo
invadiendo el resto del Sáhara Occidental.
Este documento fue extraído del libro de Umberto Romano: "Ira de arena" (traducción de Salvador Pallarès-Garí). Para informaciones y reservas: roro3@libero.it, www.sahrawi.it.