Bolzano/Bozen, Göttingen, 8 de junio de 2004
La Asociación para los Pueblos
Amenazados (APA) pide una intervención en Sudan de las
tropas para la paz de la ONU para poner fin al genocidio en el
Darfur. Parece inútil esperar que un contingente de la
Union africana (AU) pueda interrumpir la masacre que se
está cumpliendo en Sudan, pues a los dos meses de la firma
del armisticio del 8 de abril de 2004 la AU aún no
logró enviar a la region observadores para los derechos
humanos, ni logró documentar y menos pudo poner fin a las
graves violaciones de los derechos humanos que se están
cumpliendo. La APA se apela entonces a la cumbre G8 en E.E.U.U.,
al Secretario General de la ONU Kofi Annan y al Consejo de
Seguridad. Según las fuentes de la APA, las autoridades de
Sudan siguen impidiendo el suministro de las ayudas humanitarias
en el Darfur, y las provisiones a disposición de la
población civil son insuficientes.
El uso sistemático del hambre como arma contra la
población civil de parte del gobierno de Sudan equivale a
genocidio, al cual no se puede responder solamente con simples
protestas, tal como está haciendo la Comunidad
Internacional. Después de las protestas internacionales,
los miembros de las organizaciones internacionales ya no
necesitan de permisos especiales para viajar al Darfur, sin
embargo el gobierno sigue complicando los iteres
burocráticos para la importación de ayudas
humanitarias. Asi por ejemplo, todos los medicamentos destinados
a la region deben ser antes controlados en laboratorios sudaneses
y todas las ayudas deben ser transportadas en camiones sudaneses.
Se trata de obstacular de manera sistemática a toda clase
de ayuda para más de dos millones de personas, cuya
sobrevivencia depende únicamente de estas ayuadas. En
fín, el comienzo de la lluvias en algunas regiones del
Darfur está complicando aún más el
suministro de las ayudas humanitarias.
A pesar de las protestas internacionales, las milicias armadas
por el gobierno siguen atacando las poblaciones y siguen violando
a las mujeres. Desde septiembre 2002 la política de tierra
quemada del gobierno de Sudan causó alrededor de 30.000
víctimas.