Bolzano/Bozen, Göttingen, 4 de enero de 2005
Según las informaciones de la Asociación para
los Pueblos Amenazados (APA), el gobierno indio espera poder
proteger mejor a los habitantes de las costas de posibles
catástrofes naturales o maremotos aprendiendo y estudiando
los sitemas de alerta tradicionales de los pueblos
indígenas. Mientras en el archipiélago de Andaman y
Nicobar muririeron miles de personas, parece que el número
de los muertos entre las poblaciones indígenas sea
sensiblemente menor. Todo indica que los indígenas
supieron interpretar corectamente la retirada del mar antes de la
primera ola, el gritío de los pájaros y otro
fenómenos naturales extraordinarios y hayan buscado
refugio en las colinas y palmas de coco. También los
nomadas del mar en Tailandia supieron salvarse gracias a sus
conocimientos tradicionales mientras cerca de ellos morían
miles de turistas.
En Tailandia e India, donde los indígenas siempre han sido
discriminados por ser "primitivos", la sorpresa ahora es grande
pues resulta que los conocimientos tradicionales pudieron mejor
del "mundo moderno". La APA espera que desde ahora en adelante se
tomen en serio a los pueblos indíegans y a sus profundos
conociemientos de la naturaleza y que sus derechos sean por
fín respetados.
Mientras la mayor parte de los indígenas de las islas
Andaman han sobrevivido a la catástrofe, en la cercana
Nicobar miles de personas aún resultan dispersas. Nueve
dias después del maremoto las personas aún
están esperando a las ayudas internacionales. Mientras los
voluntarios siguen bloqueados en la capital Port Blair, el
gobierno indio antepone motivos de estrategia militar a la vida
de miles de personas: para proteger de la indiscreción
extranjera su base militar destruida en la isla Car Nicobar sigue
negando las autorizaciones a las organizaciones internacionales
para que lleven ayudas a las zonas interesadas. La base militar
permitía a las autoridades controlar el estrecho de
Malacca, de importancia estratégica. Cerca de 20.000
Nicobareses sobre 25.000 vivían en Car Nicobar, mientras
tampoco hay noticias de las poblaciones indígenas que
vivían en otras islas del archipiélago.
No todos los pueblos indígenas son tan ostiles al "mundo
moderno" como los Sentineleses del norte que el domingo atacaron
con flechas un helicóptero militar. Muchos otros
están esperando desesperadamente a las ayudas.
Lamentablemente también los Sentineleses están a
riesgo, pues el maremoto cubrió los arecifes coralinos de
arena y desechos quitando a los Sentineleses su principal fuente
de alimentación.