Bolzano/Bozen, Göttingen, 8 de agosto de 2004
En todo el mundo los pueblos indígenas son los
más pobres entre los pobres. En lucha por sus tierras y
los recursos naturales, ellos tienen escasas posibilidades de
afirmar sus derechos contra los latifundistas y las
transnacionales de estracción. En ocasión de la
Jornada mundial para los Pueblos Indígenas (9 de agosto)
la Asociación para los Pueblos Amenazados (APA) quiere
recordar el hecho que los pueblos indígenas siguen siendo
las principales íctimas de la globalización y de la
liberalización de la economía mundial.
En 1994 las Naciones Unidas proclamaron una década para
los 5.000 pueblos indígenas del mundo, a los cuales
pertenecen al rededor de 350 millonnes de personas. La finalidad
de esta iniciativa era dar más voz y poder a los
indígenas. Algunas cosas de hecho han sido realizadas: ha
sido creado el grupo de trabajo para los pueblos indígenas
de la ONU en Ginevra, Nueva York es la sede del nuevo Foro
Permanente para las cuestiones indígenas y ha sido
nstituida la figura del Enviado especial para los pueblos
indígenas. Gracias a estas instituciones ahora ya no es
tan fácil ignorar a los derechos de los pueblos
indígenas.
Sin embargo la condiciones de vida siguen siendo dificiles,
sobre todo para los pueblos pequeños. Este es, por
ejemplo, el caso de los 1.000 Itelmenos que viven en las costas
occidentales de la Kamtchatka siberiana. Su principal actividad
económica es la pesca del salmón pero a causa de
las flotas de pesca comercial ya no se encuentra pescado en las
costas. Su vida además está amenazada por los
yacimientos de petróleo descubiertos largo las costas. La
autonomía concedida a los Itelmenos por una
"explotación sustentable de los recursos" fue retirada
ilegalmente en 2001, y a nada sirvieron todos los intentos para
recuperar la autonomía. Asi mismo non fue aón
aprobada la ley sobre los derechos territoriales cuya clausura
sigue siendo atrasada por el ministerio competente.
Diez años no fueron suficientes para cambiar un proceso
que desde hace siglos ha caracterizado las relaciones entre los
pueblos indígenas y los estados nacionales. Tampoco se
pudo lograr el intento de aprobar entre diciembre de 2004 una
Carta Universal de los Derechos de los Pueblos Indígenas
que pudiera constituir un marco de ley de las Naciones Unidas.
Saludamos entonces la propuesta del Consejo económico y
social de la ONU ECOSOC, avanzada a la reunion plenaria de las
Naciones Unidas, de proclamar una segunda década de los
pueblos indígenas de 2005 a 2015.
En 1994 la Naciones Unidas proclamaron el día 9 de agosto
Jornada Mundial para los Pueblso Indígenas. El mismo
día de doce años antes se había reunido por
primera vez en inevra el Grupo de Trabajo de la ONU para los
Pueblos Indígenas que desde entonces se reune todos los
años. A los pueblos indígenas pertenecen más
o menos 70 millones de Adivasi en India, los Saami en el norte de
Europa, los indígenas del norte, centro y sur de
América, los Aborigenas de Australia, los San en el sur de
África, y muchos otros pueblos más. A menudo estos
pueblos viven en regiones ecologicamente sensibles, como los
bosques tropicales, alturas y savanas.