Bolzano/Bozen, Göttingen, 4 de junio de 2008
En cuatro semanas la isla de Hokkaido/Japón se
encontrarán los representantes de las ocho naciones
más industrializadas del mundo (7 julio - 9 julio 2008).
La isla también es tierra de los indígenas Ainu
para los cuales, después de años de lucha, se
delinea ahora un primer suceso. Todas las fracciones del
parlamento japonés se expresaron a favor se un
reconocimiento oficial de los Ainu como población
indígena. Ambas las secciones del parlamento
japonés anunciaron que quieren votar un decreto en tal
sentido no más tarde del 15 de junio, con el cual pedir al
gobierno japonés de actuar el reconocimiento oficial de
los Ainu. El decreto tiene buenas probabilidades de ser aceptado
por el gobierno pues está apoyado por algunos altos
representantes del partido de gobierno
liberal-democrático.
El improviso cambio de rota del gobierno japonés
está causado también por la mucha atención
que la opinión pública mundial está
reservando al Japón en espera de la cumbre G8, y en
particular a la isla de Hokkaido. En ésta isla aún
viven alrededor de 25.000 Ainu que ahora esperan que el
reconocimiento oficial les permita obtener más derechos y
les ayude en la lucha contra la grave discriminación que
todavía viven en la sociedad japonés. Desde varios
decenios los Ainu luchan para sus derechos tradicionales a la
tierra y para una justa indemnización por las
expropiaciones sufridas. Sin embargo todos sus intentos de
recibir justicia a través de las cortes de justicia hasta
ahora tuvieron sólo un suceso limitado.
Los Ainu resultan entre la parte más pobre de la
población japonés. Sufren graves discriminaciones
en la búsqueda de trabajo y el 38% sobrevive gracias a la
asistencia social. La mayor parte de trabajos que consiguen son
trabajos de día en día, muchos sobreviven apenas de
pesca y agricultura. En estos tiempos ya no es posible distinguir
los Ainu de la mayoría de los Japoneses pero como la
discriminación sigue siendo altísima, muchos Ainu
esconden su identidad y sus orígenes. Todavía sigue
siendo casi impensable que un/a Ainu se case con un/a
Japonés.
En el 1869 el gobierno japonés impuso la
asimilización forzada y solamente en 1991 el gobierno de
Japón admitió frente a las Naciones Unidas que los
Ainu representaban los primeros habitantes de Japón. La
ley para la promoción de la cultura Ainu de 1997 fue un
primer paso hacia el reconocimiento por lo menos de la
particularidad cultural de los Ainu pero hasta ahora falta
completamente cualquier reconocimiento de los Ainu como pueblo
indígena y de su derecho a las tierras tradicionales.