Bolzano, La Paz, 21 de Octubre de 2003
El país más pobre de América Latina
atraviesa la peor crísis de su jóven, apenas
veinteñal, democracia. Muchos de los 8 millones de
habitantes de Bolivia, de los cuales más de la mitad
pertenece a los pueblos indígenas, viven con menos de
cinco dólares semanales. La expectativa de vida en el
país andino es más baja de los 45 años de
edad.
A pesar de que Bolivia sea un país rico en recursos
naturales el pueblo no puede aprovechar de las ganancias
derivantes de la comercialización de los recursos. El
negocio con el gas natural sólo es último exemplo
de esta realidad. El ex-presidente Gonzalo Sanchez de Lozada, que
este fin de semana huió a Estados Unidos, hubiera querido
exportar el gas a Estados Unidos, pasando por Chile. De la
comercialización hubieran aprovechado el gobierno
boliviano mismo, Chile y sobre todo los E.E.U.U., de ninguna
forma hubiera llegado algo de las ganancias a los pueblos
indígenas.
Miles y miles de mineros, campesinos y obreros han protestado por
más de un mes contra la política de Sanchez de
Lozada. Las manifestaciones tuvieron suceso. Ahora el nuevo
presidente, el independiente Carlos Mesa, quiere convocar un
referendum popular para decidir del negocio con el gas natural, y
también anunció una reforma de la ley energetica la
cual, según los pueblos indígenas, otorga a las
empresas extranjeras ganancias demasiado altas. La
Asociación para los Pueblos Amenazados - Tirol del Sur
apoya las demandas de los Indígenas y pide al Presidente
Mesa cumplir con las promesas.