Bolzano/Bozen, 25 de febrero de 2005
Paraguay está afligido por corrupción, lucha
para el poder, delincuencia y dificultades económicas. La
justa distribución de las tierras constituye un grave
problema sobre todo para la población indígena.
Paraguay indica el número de indígenas con 50.000,
sin embargo las cifras inoficiales hablan de hasta 95.000
personas. En el curso de la colonización europea, la
mayoría los pueblos indígenas perdió su
tierra y con ella la posibilidad de vivir según las
propias tradiciones y valores. La constitución de Paraguay
preve que "los derechos de los naturales son inviolables" y que
están bajo la protección de los derechos humanos
internacionales.
Pero el mismo estado de Paraguay no respeta su
constitución. Por este motivo los días 4 y 5 de
marzo 2005 el estado de Paraguay tendrá que justificarse
antes la Corte Interaméricana de Derechos Humanos (CIDH).
Los indígenas de la comunidad Enxet Yakye Axa, que viven
en el oeste del país, denunciaron al estado Paraguayo por
la sistemática violación de sus derechos a la
tierra, a la salud y a la educación. Desde hace
años los Yakye Axa esperan inútilmenteque el estado
les devuelva sus tierras tradicionales, robadas por grandes
latifundistas sin vergüenza. Frente a esta situación
el estado, que debería defender a los derechos
indígenas, se queda inactivo y ciego desde hace
años.
Las audiencias del proceso contra el estado de Paraguay se
realizarán en San José de Costa Rica, en la sede de
la Corte IDH, que es el máximo tribunal de las
Américas para la protección de los derechos
humanos. Para la comunidad nativa aparecerán diversos
testigos, entre ellos líderes indígenas, expertos
antropólogos y médicos, que se ocuparon de los
Yakye Axa.