Bolzano, 10 de Septiembre de 2003
Los indígenas Brunka de Costa Rica piden al ICE
(Instituto Costarricense de Electricidad) que abandone para
siempre el proyecto de construir una central
hidroeléctrica en su territorio. La Asociación para
los Pueblos Amenazados de Tirol del Sur (APA) apoya las demandas
de los Brunka y a su vez pide el respeto para los derechos de los
indígenas a su idioma y cultura y a vivir en sus tierras
según sus traiciones.
La reserva de los Brunka, Rey Curré, se encuentra en el
sur-oeste de Costa Rica y cubre un área de 100 km².
Según el proyecto del gobierno y del ICE toda la reserva
tendrá que ser sumergida por el agua del lago artificial
de la represa, el cual debería ocupar un área de
260 km² y llegar a una profundidad entre los 230 y los 260
metros. Otras cinco reservas indígenas (Boruca,
Térraba, Salitre, Cabagra e Ujarrás) estarán
afectadas por este mega-proyecto.
Los indígenas viven junto al Río Térraba, el
río más grande del país, desde hace siempre.
Ahora se les impone dejar su tierra para poder destruirla con una
central hidroeléctrica y su lago artifial. La central
debería producir alrededor de 5.300 gigawatt de energia
cada año; Costa Rica no necesita tanta energia asi que lo
que sobra estará destinado a la exportación.
Seguramente el provecho de la venta no llegará a los 1.400
indígenas que tendrían que soportar los costos
más altos de la realización de la central: ellos
deberían abandonar sus tierras y sus viviendas, o sea la
base misma de su existencia. Sin embargo los indígenas no
van a aceptar sin protestas los planes del gobierno: para el 26
de octubre tienen organizada una marcha de protesta que los
llevará desde el extremo sur de su territorio hasta el
centro de Rey Curré donde la marcha terminará con
varios espectáculos culturales traicionales.