Bolzano, Göttingen, 12 de febrero de 2004
Los 700.000 indígenas de Colombia son las principales
victimas del terror, del robo de tierras y de la tortura en el
país. La Asociación para los Pueblos Amenazados
(APA) quizo llevar a conocimiento de la opinión
pública esta replorable situación, y envió
al presidente Uribe una carta abierta en la cual pide el respeto
para la autonomía de los territorios indígenas, tal
como está garantizado por la Constitución.
Según informa la oficina del vice-presidente Francisco
Santos Calderón, encargada de la anotación de las
violaciones de los derechos humanos, 76 representantes de pueblos
indígenas fueron asesinados entre enero y septiembre de
2003. La Organización Nacional Indígena de Colombia
- ONIC informa además que sólo el pueblo de los
Kankuamos de la Sierra Nevada de Santa Marta lamentó, en
2003, 40 muertos asesinados.
La APA criticó que "Todo parece indicar que los
indígenas de Colombia son victimas de un terror y de una
persecución sistemática por el simple hecho de
insistir en el respeto de la Constitución que garantiza a
los pueblos nativos autonomia en la gestion de los territorios, y
por mantener una rígida neutralidad en el conflicto armado
entre ejército, paramilitares y guerrilla".