Bolzano, Guatemala, 24 de febrero de 2004
El presidente de Guatemala, Óscar Berger,
contrató a 10 jóvenes mujeres indígenas
civiles como edecanes en su gobierno. Es la primera vez que
sucede esto en un país donde el 41% de los 11 millones de
habitantes pertenece a etnias autóctonas. En Guatemala se
conoce como edecanes a funcionarios que desempeñan
distintas labores de asistencia al mandatario, y pueden ser tanto
militares como civiles. Las jóvenes indígenas,
originarias de los departamentos de Chimaltenango, Huehuetenango,
Sololá y Quiché (en el oeste), fueron escogidas
entre un total de 45 seleccionadas en sus comunidades por
capacidad, líderazgo y preparación
académica.
"Nadie de mi pueblo había entrado a la Casa Presidencial,
además soy la primera mujer de mi comunidad que ha estado
cerca del presidente", relató al diario Prensa Libre
Cristina Mendoza, originaria del lejano pueblo de Chajul,
Quiché. "Mi vida cambió de la noche a la
mañana. Nunca pensé que iba a estar tan cerca del
presidente, y que con este trabajo podía seguir mis
estudios", agregó Mendoza, al precisar que ocho de las 10
edecanes estudian en universidades.
Las indígenas fueron contratadas por el mandatario para
demostrar el pluralismo de su gobierno y trabajan en la
administración de la Casa Presidencial, apoyo en
protocolo, la vicepresidencia, en las secretarías privadas
y con la primera dama. Asimismo, han participado en las juntas de
gabinete que ha tenido el presidente desde que asumió el
cargo, el pasado 14 de enero.
La Asociación para los Pueblos Amenazados de Tirol del Sur
saluda a este primer paso del gobierno guatemalteco hacia la
paridad de los pueblos indígenas. En Guatemala conviven 22
pueblos mayas, uno xinca y garifunas (negros del Caribe),
así como ladinos (mestizos). Aunque un censo oficial
divulgado el año pasado reveló que los pueblos
autóctonos conforman el 41% de la población,
organizaciones indígenas afirman que representan
más del 60%.