Bolzano/Bozen, Göttingen, 21 de octubre de 2005
La mortandad de
pescado en los afluentes del Río Amazonas está
gravemente amenazando la supervivencia de miles de
indígenas. El agua potable de más de 170.000
personas de 1.200 comunidades está contaminada por los
millones de peces que se descomponen en los cauces secos. Las
autoridades temen la aparición de epidemias pues muchas
personas sólo tienen agua contaminada para tomar y esto
comporta el riesgo concreto de diarreas y cólera. Por lo
menos 8.000 indígenas dependen de la pesca por su
supervivencia y ahora también escasean los
alimentos.
El Amazonas está viviendo la peor sequía de los
últimos 40 años y el 15 de octubre el estado
federal de Amazonas hasta tuvo que declarar el estado de
emergencia. Gracias a sus helicópteros el ejército
intenta llevar agua potable y alimentos a las comunidades que se
encuentran a lo largo de los afluentes, sin embargo es improbable
que las ayudas lleguen en tiempo a las comunidades más
aisladas. Para 700.000 indígenas amazónicos las
esperanzas para el futuro inmediato son escasas: para los
próximos 3 meses los meteorólogos preven
temperaturas excepcionalmente altas y lluvias muy debajo del
promedio.
La sequía es la consecuencia del progresivo desmonte de
la selva y del cambio climático. Brasil es uno de los 4
países con más emisiones de gas sierra considerados
responsables del cambio climático. Los enormes incendios
forestales y los desmontes causan el 75% de las emisiones de gas
sierra de Brasil. Según un estudio realizado por
científicos estadounidenses y brasileiros y publicado
ayer, la selva amazónica se parece ya a un "queso suizo",
lleno de agujeros. El área destruido o seriamente
dañado es el doble de lo que hasta ahora se ipotozaba. La
destrucción de la selva amenaza directamente la
supervivencia de miles de indígenas para los cuales la
selva es la fuente primaria de todos los aspectos de su vida.