Bolzano, Göttingen, 10 de Setiembre de 2003
Para los indígenas Mapuche, el 10% de la
población cilena, las persecuciones de la dictadura de
Pinochet nunca terminaron. Cada vez que protestan de manera
pacífica por la devolución de las tierras que la
dictadura Pinochet les robó entre el 1973 y el 1990, el
gobierno responde arrestando a manifestantes y justificando los
arrestos con la ley anti-terrorismo promulgada por la misma
dictadura. Actualmente 95 indígenas mapuche son presos
políticos en las cárceles chilenas, muchos de ellos
aún no cumplieron la mayor edad. En ocasión del 30.
aniversario del golpe de estado de Pinochet la Asociación
para los Pueblos Amenazados (APA) publicó el memorandum
"Mapuche piden verdad y justicia", en el cual la APA pide la
inmediata abolición de esta ley que no sólo
está en contradicción con cualquier principio
democrático sino que desde el 1997 también se
aplica de manera aún más dura.
Ahora los Mapuche tomaron una decisión valiente: quieren
crear un órgano capaz de representar a todas las
comunidades mapuche. Para alcanzar este objetivo están
organizando, patrocinados por la APA, el "Congreso por una
Alianza Estratégica del Pueblo Mapuche" que se
realizará en la ciudad de Lota (Chile) desde el 6 hasta el
12 de octubre. Alrededor de 500 delegados se encontrarán
para decidir cuales estrategias adoptar para que el gobierno
cumpla con sus promesas y para que se respeten los derechos de
los pueblos indígenas. Entre los varios asuntos que van a
ser examinadas, la cuestión de las tierras ancestrales, de
las cuales quizieran apropriarse los latifundistas, tendrá
importancia prioritaria. Los Mapuche quieren proteger a sus
tierras amenazadas por varios proyectos que preven la
construcción de represas y la introducción de
monocultivos. La salvaguarda de las tierras es también la
única posibilidad de sobrevivencia que estos
pequeños agricultores tienen. Cuando unos Mapuche
desesperados ocupan a un pedazo de tierra se vuelven en seguida
criminales perseguidos con violencia por las fuerzas del orden
públicas y privadas (asalariadas por los propietarios de
las tierras). Más del 40% de los 1,3 millones de Mapuche
(estimación dada por los mismos Mapuche) se vió
obligado a migrar a las ciudades donde muchos terminaron por
engrosar las filas de los pobres.
El idioma mapuche, el Mapudungun, no está reconocido por
las instituciones chilenas. Durante la dictadura de Pinochet los
Mapuche fueron perseguidos por el simple hecho de ser
indígenas, tal como se evidencia también en un
reporte de las Naciones Unidas de 1978. La "Comisión para
la verdad y la justicia", la así llamada "Comisión
Rettig", estima que los Mapuche muertos o desaparecidos durante
la dictadura son por lo menos 100. La APA tiene una lista con 116
nombres de Mapuche muertos. Solamente en julio 2003 el encargado
especial de las Naciones Unidas para los pueblos
indígenas, Rodolfo Stavenhagen, condenó a la ley
anti-terrorismo y declaró que las demandas de los Mapuches
son justificadas y sus protestas son pacíficas.