Bolzano/Bozen, Göttingen, 25 de noviembre de 2005
En ocasión de la conferencia sobre el cambio
climático en Montreal (28.11.2005), la Asociación
para los Pueblos Amenazados (APA) ha querido llamar la
atención pública sobre los graves peligros que
amenazan los pueblos indígenas de las regiones
árticas, pues el cambio climático va a facilitar la
destrucción y el saqueo de sus territorios. Los pueblos
indígenas de las regiones árticas, cuales los
Inuit, Evencos, Yacuti, Nenet y muchos más, ya sufren las
graves consecuencias del cambio climático, sin embargo
ahora los gobiernos occidentales y las multinacionales mineras y
del petróleo quieren aprovecharse hasta del cambio
climático para explotar económicamente a las
regiones del Ártico. Esto sería un golpe mortal
para más de 400.000 personas cuyas bases vitales
resultarían completamente destruida. Después del
primer Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas
proclamado por la Asamblea General de la ONU y a pesar de las
evidentes consecuencias catastróficas de la
explotación de los recursos naturales en el Amazonas, la
voluntad de seguir ahora con la explotación de las
regiones árticas demuestra que en todos esto años
la comunidad internacional no ha querido aprender nada.
Según varios cálculos en las regiones
árticas se encuentra un cuarto de todos los yacimientos
mundiales de petróleo y de gas. En la ciudad de Hammerfest
en Noruega ya se está construyendo una planta para la
licuefacción del gas para que el gas pueda ser exportado a
Estados Unidos y otros países . Con la ayuda de
multinacionales franceses, estadounidenses y noruegas, Rusia
está comenzando la explotación de un enorme campo
de gas natural en la península de Cola. Hasta la China,
siempre en búsqueda de nuevas fuentes energéticas,
no renuncia a su presencia e instaló en la ciudad noruega
de Spitzbergen una estación de investigaciones a la cual
llegan varios barcos para la investigación. Sin
consideración alguna para los pueblos indígenas y
para el delicado eco-sistema, el gobierno de Estado Unidos quiere
ampliar la explotación de petróleo a nuevos
yacimientos en el norte de Alaska. Todas las grandes
multinacionales del petróleo están estudiando
nuevas inversiones en las regiones polares.
Los intentos de todos los países que limitan con la
región ártica de ampliar su territorio nacional
para asegurarse el control sobre los recursos naturales suscitan
particulares preocupaciones. Según las leyes
marítimas, la soberanía territorial sobre
áreas marítimas está establecida
según la expansión del zócalo continental.
De hecho, Estados Unidos, Rusia, Dinamarca y Canadá ya
están midiendo al zócalo continental para poder
incluir al propio territorio todas las áreas que
podrían formarse con el avance del deshielo. Rusia hasta
llegó a declarar que mitad Ártico es parte de su
territorio.
Los países de la región no sólo están
interesados en los recursos del subsuelo sino también en
los ricos yacimientos de pescado y de cangrejos y en la apertura
de una nueva vía marítima en el norte de
Canadá y Rusia, la cual facilitaría el transporte
de mercancías y de los recursos energéticos. El
cambio climático en las regiones árticas ya
causó que los rebaños de animales salvajes
cambiaran sus vías de migración en búsqueda
de nuevas fuentes alimenticias y que la disminución de la
costra de hielo vuelva más difícil la caza. Focas,
lobos marinos y osos polares sufren la falta de alimento y
están en peligro de extinción. También
está disminuyendo el pescado de agua dulce que a su vez
significa la destrucción de la base vital para miles y
miles de personas. En la larga historia de los pueblos
indígenas nunca se dieron cambios tan drásticos y
fuertes.