Bolzano/Bozen, 21 de febrero de 2007
En 1991 la compañía italiana Benetton
adquirió de la Compañía de Tierras del Sur
Argentino S.A., 900.000 hectáreas de tierra,
volviéndose así dueña del más extenso
latifundio de Argentina. A pesar de las muchas protestas, la
compañía Benetton no pareció preocuparse del
hecho que desde hace muchos siglos esta tierra pertenecía
al pueblo Mapuche. "Nosotros ya estamos viviendo en nuestra
tierra, no vamos a salir de ese lugar", afirmó el vocero
indígena Mauro Millàn que desde el 14 de febrero se
encuentra junto a un grupo del Pueblo Nación Mapuche en el
predio de Santa Rosa, zona Leleque, provincia de Chubut, en apoyo
a la familia de Rosa Nahuelquir y Atilio Curiñanco. Juntos
a vuelto a ocupar las tierras de las cuales fueron desalojados en
2003 tras la denuncia de Benetton por ocupación
ilegal.
Después de haber formulado un pedido al Instituto
Autárquico de Colonización y Fomento Rural (IAC) y
haber recibido la autorización, en 2002 Rosa Nahuelquir y
Atilio Curiñanco habían ocupado y comenzado a
cultivar 525 hectáreas de tierra en Santa Rosa. El juicio
que sucedió a la denuncia de Benetton absolvió a
los Mapuche de la acusa de acciones violentas y ocultas pero
reconoció válidos los derechos de propiedad de la
compañía Benetton.
Después de varios intentos de mediación, entre lo
cuales también del alcalde de Roma, Walter Veltroni en
2004, y la promesa de Benetton de donar una parte de sus 900.000
hectáreas (en julio 2006 Benetton efectuó una
donación, no a los Mapuche sino al gobierno de Chubut, de
tierras de escaso valor), los Mapuche ahora decidieron pasar a la
acción. Han retomado las tierras de Santa Rosa
transformándolas en un símbolo de la lucha para la
recuperación de sus territorios ancestrales e de su
identidad violada por la historia. El 14 de febrero los ocupantes
Mapuche se han constituido en comunidad según la
tradición de los antepasados (Futakecheyem) que
"vivían libres en estas tierras y que ahora son objetos en
los museos y trofeos de una cultura que destruye a todo lo que es
diferente" (también Benetton ha abierto un museo de la
cultura Mapuche a pesar de la oposición de las comunidades
locales). En su segundo comunicado del 15 de febrero los
ocupantes han repetido su voluntad de quedarse en Santa Rosa y de
comenzar con la construcción de las primeras Rukas (casas
tradicionales), pues "Santa Rosa es nuestro espacio
territorial".
Mientras tanto de Bariloche llega la solidaridad de varios
grupos, como el Colectivo del Alto, la Comunidad de Limay o la
Organización Ciudadana para la Defensa del Patrimonio
Natural y Cultural, todos a favor de la recuperación de
las tierras tradicionales. La Asamblea Permanente para los
Derechos Humanos de la ciudad recuerda el artículo 75,
coma 17 de la Constitución argentina, según el cual
el estado argentino se compromete "a reconocer la pre-existencia
étnica y cultural de los pueblos indígenas" y "la
posesión de las tierras comunitarias que ocupan por
tradición". En la zona también hay un grupo de
italianos, organizados por la organización Ya Basta en
solidaridad con el pueblo Mapuche de Chile y Argentina y que
está apoyando la formación de la primera radio
comunitaria mapuche.Las autoridades locales ya pidieron el
desalojo de la tierra ocupada, sin embargo los Mapuche repiten
que no se irá de Santa Rosa y que las consecuencias
políticas serán responsabilidad exclusiva del
Gobierno de la provincia de Chubut.