Bolzano/Bozen, 19 de marzo de 2007
El proyecto minero
Pascua Lama, propiedad de la canadiense Barrick Gold, enfrenta un
nuevo proceso de sanción por presunto daño
ambiental no previsto que, de ser ejecutado, implicaría
multas en dinero, hasta la paralización de las faenas. El
proceso se votó luego que los vecinos de la localidad de
San Félix, respaldados por la Secretaría
Ministerial de Agricultura, denunciaron el "embancamiento" de
canales de riego debido a una serie de desmoronamientos
provocados por las obras de construcción de de un camino
peatonal iniciado en San Félix, zona circundante al
proyecto minero Pascua Lama.
Pascua Lama es un proyecto minero binacional, entre Chile y
Argentina, ubicado en el sector cordillerano de la región
de Atacama, al interior del Valle del Huasco, que pertenece a la
compañía transnacional Barrick Gold, empresa en
producción de oro líder en el mundo. El proyecto,
aprobado en febrero del 2006 por el Gobierno chileno y en
diciembre por el trasandino, preve la instalación de una
mina a tajo abierto para la extracción de minerales como
oro, plata y cobre, que se encuentran bajo glaciares milenarios
Toro I, Toro II y Esperanza ubicados en la zona.
El proyecto, que
pretende "trasladar" los tres glaciares, pone en peligro el
ecosistema de toda la cuenca del Valle del Huasco, afectando
directamente las fuentes esenciales de agua de una región
semidesértica. El traslado de los glaciares, que
más correctamente debería llamarse
"destrucción" de los mismos, alteraría el ciclo
hidrológico asociado a las cuencas en las cuales se forman
los glaciares, y es muy alto el riesgo de contaminación de
las restantes reservas hídricas por la utilización
de productos tóxicos como el cianuro (una
utilización ya denunciada en la Declaración de
Berlín del 2000) y ciertos metales pesados, al igual que
la disponibilidad en agua (ya precaria), siendo enorme la
cantidad requerida por la mina (360 lt/seg). Por otra parte, el
proyecto se ubica en los territorios de la cominidad
indígena Diaguita, violando los derechos territoriales y
ancestrales de la comunidad. Los Diaguita viven principalmente de
la agricultura junto a otros campesinos de la zona. Despojados de
sus tierras y con las aguas contaminadas, esta cultura
está condenada a desaparecer junto al lugar que alberga
toda su riqueza histórica y arqueológica.
Según la integrante del Movimiento Ciudadano Anti Pascua
Lama, Carolina Sandoval, el proyecto ya ha dañado, entre
un 50 a 70 por ciento, los glaciares Toro I, Toro II y Esperanza.
"Estamos hablando que esos glaciares bañan una zona que
llueve cada diez años, una zona seca y este proyecto y
otros más van a dejar seca, como está pasando en
Copiapó, a la zona del Valle del Huasco, que vive en
función de la agricultura", indicó. La
acutuación del proyecto significaría daños
incalculables para el medio ambiente, pondría seriamente
en peligro la vida y la salud de los 70.000 habitantes del valle
del Huasco, entre los cuales figuran también las
comunidades de indígenas Diaguita que desde hace siglos
viven en el valle y que ahora temen la total destrucción
de sus tierras ancestrales.
En fìn, el Tribunal Público establecido durante el
II Foro Social chileno en Santiago de Chile contra la
compañía transnacional minera Barrick Gold
Corporation, llegó a la conclusión que la minera
Barrick Gold Corporation es responsable de graves atentados
ambientales, sociales, culturales y económicos, producto
de sus políticas, programas y acciones sobre los
territorios y pueblos en Argentina, Chile y Perú. Sin
embargo las acusaciones contra Barrick Gold se repiten en varios
lados del mundo: según el artículo "Behind the
Numbers" de los periodistas Keith Harmon Snow y David Barouski,
la Barrick Gold está implicada en el conflicto en Congo y
la asociación canadiense Mining Watch Canada refiere en su
sitio de graves acusaciones contra Barrick Gold en Papua Nueva
Guinea y recientemente de la luche del pueblo indígena
Wiradjuri en Australia que se ve amenazado por la actividad
minera de Barrick Gold.