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LADIN
Bolzano, Göttingen, Lota, 6 de Octubre de 2003
En el dia de hoy llegaron a la ciudad de Lota las delegaciones
Mapuche de Lago Ranco, Valdivia, Osorno, de Panguipulli,
Loncoche, La Unión, de Temuco Arauco, Lebu, Cañete,
Alto Bio-Bio (Pehuenche) y de los Mapuches Urbanos de Santiago y
Valparaiso. Los delegados son 258, de los cuales el 46% son
Mujeres.
Floriano Cariqueo Secretario Ejecutivo del Congreso, dá la
bienvenida a los hermanos y hermanas Mapuche y a las Observadoras
internacionales de Francia, Austria, Alemania e Italia. El
Secretario dá la palabra al organizador del Congreso, que
después de haber saludado a los presentes entrega la
dirección y la presidencia del Congreso a Rosendo
Huenumán. Rosendo Huenumán es una figura
histórica del Movimiento mapuche. Diputado por la
Provincia de Cautín del Gobierno de Allende, fué
perseguido y obligado a refugiarse en el exilio después
del Golpe Militar de Pinochet.
El escenario:
Para los Mapuche, que constituyen al rededor del 10% de la
población chilena, las persecuciones del regime de
Pinochet nunca terminaron. La ley sobre la seguridad interna,
promulgada durante la dictadura militar, permite a las
autoridades de criminalizar y encarcelar a todos los Mapuche que
de forma pacífica piden la devolución de sus
tierras, que la dictadura les robó entre el 1973 y el
1990. Actualmente 95 presos políticos Mapuche se
encuentran en las cárceles chilenas, entre ellos muchos
menores de edad.
Las mayores dificultades surgen cuando los Mapuche quieren
proteger a sus tierras ancestrales de la amenaza de los
latifundistas y de los grandes proyectos que preven represas y
monocultivos en las tierras mapuche, y de consecuencia la
imposibilidad de sobrevivencia para todos los pequeños
agricultores de la region. Generalmente la única
posibilidad que tienen los Mapuche es la de ocupar las tierras:
inmediatamente son criminalizados y ahuyentados despiadadamente
por las fuerzas de orden estatales y privadas pagadas por los
latifundistas. Más del 40% de los indígenas se
vió obligado a migrar hacia las ciudades, principalmente
hacia la capital, donde a menudo sólo han podido engrosar
las filas de los pobres. En fín, el Mapudungun, el idioma
mapuche, no está reconocido por el gobierno y las
instituciones chilenas, y está a riesgo de
desaparecer.
Durante la dictadura de Pinochet los Mapuche fueron perseguidos
por el sólo hecho de ser indígenas, como un grupo
de trabajo de las Naciones Unidas confirmó ya en 1978. La
"Comisión para la verdad y la justicia", la asi llamada
"Comisión Rettig", estimó que más de 100
Mapuche fueron matados o desaparecieron durante la dictadura. La
APA tiene una lista con más de 116 nombres de Mapuche que
fueron asasinados en aquel periodo. En julio de 2003 el encargado
especial para cuestiones indígenas de las Naciones Unidas,
Rodolfo Stavenhagen, condenó a la ley chilena sobre la
seguridad interna y confirmó que las demandas de los
Mapuche son legítimas y que su lucha es
pacífica.