Bolzano/Bozen, Göttingen, 26 de mayo de 2006
A pesar de las fuertes protestas de las asociaciones
indígenas y ambientalistas, el jueves la Cámara de
Representantes de EEUU ha aprobado los proyectos de George Bush
de extracción de petróleo en la reserva natural
Alaska National Wildlife Refuge (ANWR). Si George Bush lograra
imponer su política de saqueo de los recursos del
Ártico, la cultura y la vida tradicional de la
población de los Gwich'in estarían gravemente
amenazadas. Según el gobierno de EEUU, la
explotación de petróleo en el Ártico
llevaría a una disminución sensible del precio de
gasolina en EE.UU. Sin embargo, la Asociación para los
Pueblos Amenazados (APA) denuncia que una política de
saqueo no puede substituir a una seria política
energética.
La supervivencia y la cultura tradicional de los Gwich'in
están acopladas a las manadas de caribú y dependen
de estos animales. Los Caribú viven y se mueven en la
reserva ártica ANWR. Sin embargo los animales se asustan
ya sólo por la instalación de las infraestructuras
necesarias a las perforaciones asusta a los animales. Cambian sus
rotas de migración y se vuelven inalcanzables para los
indígenas.
El "Serengueti del Ártico", como llaman a esta reserva
bajo protección desde el 1957, es el hábitat
natural de casi 130.000 caribú. Los animales garantizan la
supervivencia económica y cultural de mas o menos 7.000
Gwich'in, que viven en 15 poblaciones a lo largo de las rotas de
migración de los caribú. Durante varios decenios
indígenas y ambientalistas se han opuesto juntos a la
destrucción de sus tradicionales formas de vida, y en
parte su lucha ha sido apoyada por el partido democrático
y por varios representantes del partido republicano. Desde el
1995 los Republicanos intentan aprovechar de su mayoría en
la Cámara de Representantes para aprobar los proyectos de
extracción petrolífera en el Ártico. Hasta
ahora la Cámara aprobó los proyectos 12 veces y 12
veces fueron rechazados por el Senado. Indígenas,
ambientalistas y organizaciones en defensa de los derechos
humanos esperan que también esta vez pueda ser
así.
Mientras el gobierno de EE.UU. sigue afirmando la necesidad de
extracción petrolíferas nacionales para
independizarse de las importaciones, estudios independientes han
probado que el petróleo ártico cubriría la
demanda estadounidense de apenas seis meses y comportaría
una rebaja del precio de gasolina de sólo un cent de
dólar.