Bolzano/Bozen, 28 de septiembre de 2007
La Asociación para los Pueblos
Amenazados (APA) está muy preocupada por el impacto
ambiental, social y económico que tendrá la
realización del mega-conjunto turístico "Los Micos
beach & resort centre" en la costa atlántica de
Bahía de Tela/Honduras. El proyecto afecta directamente a
varias comunidades de Garífunas y pone en peligro su misma
supervivencia. El 17 de agosto la empresa italiana Astaldi e y el
Ministerio de Turismo hondureño ya pusieron la primera
piedra de este conjunto, que por la mayor parte está
financiado por el Banco Interaméricano de Desarrollo (BID)
gracias a un crédito de 14,9 millones de dólares.
Astaldi está encargada a realizar las infraestructuras de
base para un importe de 18 millones de dólares.
El conjunto turístico debería ser realizado en un
área de 500 hectáreas del Parque Nacional Jeanette
(Parque Nacional Marino Punta Sal) y a obra terminada
contará con cuatro hoteles de lujo, 256 villas, un campo
de golf y un club de equitación. Para realizar el campo de
golf habrá que poner en seco a la mayor parte de la Laguna
de Micos, la cual sin embargo está registrada con el
número 722 en el listado de los humedales protegidos por
la Convención Internacional de Ramsar.
Las comunidades afro-indígenas Garífunas, que viven
en la región desde hace más de 200 años,
están sumamente preocupadas por el impacto
ecológico y social del proyecto: en particular preocupa la
puesta en seco de la laguna, lo cual dañaría a los
equilibrios hídricos de la zona, cambiaría los
recorridos del agua y durante los periodos de fuerte lluvias esto
comportaría mayor riesgo de para las vecinas comunidades y
la ciudad de Tela. Además el proyecto agravaría la
grave crisis hídrica que afecta a la región y las
comunidades de la zona tendrían que disputarse el agua con
el campo de golf y los hoteles de lujo.
La preocupaciones de los Garífunas están
confirmadas por el estudio técnico realizado por la
Fundación para la protección de Lancetilla, Punta
Sal y Texiguat (Prolansate), organización no-gubernamental
encargada de la conservación del parque nacional. El
estudio no sólo muestra la gravedad del impacto ambiental
del proyecto sino que también evidencia las violaciones de
acuerdos internacionales, como por ejemplo el Convenio para la
Conservación de la Biodiversidad, que la
realización del proyecto comportaría.